Las Estupas son de los monumentos más antiguos que existen en el mundo, erigidos sobre todo en países de tradición budista (India, China, Burma, Indonesia, Vietnam, Tíbet, Bután, Nepal…).
Esta tradición se remonta a los tiempos del Buda Shakyamuni, quién dejó instrucciones muy precisas sobre los métodos para construir una Estupa y la forma que deben tener.
Una Estupa no es sólo un monumento. También es un soporte para la práctica y, como tal, el cuerpo (estatuas), la palabra (mantras y enseñanzas) y la mente (mandalas) del Buda están representadas. Es en sí misma un objeto de culto además de contener múltiples reliquias.
Beneficios de una Estupa
Las Estupas nos sirven de recordatorio del estado de calma mental que debemos cultivar si queremos vivir en paz y armonía. Para ello, se puede circunvalar la Estupa a la vez que generamos deseos de beneficiar a los seres.
Su geometría, el proceso de rellenarla con reliquias y su consagración con los rituales correspondientes, proporcionan a este monumento tan especial el poder de pacificar y de proteger su entorno. Funcionan por tanto como generadores de energía y bendiciones.
Motivos por los cuales es habitual en todo el mundo que la gente de vueltas a su alrededor, medite o simplemente encuentran un lugar para la armonía y la paz cerca de las Estupas.
Construir un soporte para la práctica que sobrevivirá a los años y que además será utilizado por miles de personas bien intencionadas contribuye al “bien de la humanidad", independientemente del tamaño de la Estupa.